Los problemas de pies y tobillos pueden deberse a enfermedades crónicas, como la artritis o la diabetes, pero incluso situaciones cotidianas, como el uso excesivo o un calzado inadecuado, pueden provocar un dolor agudo temporal. Es probable que un podólogo le ofrezca un diagnóstico más rápido y recomendaciones de tratamiento. Los podólogos ofrecen una amplia gama de cuidados médicos para los problemas del pie, el tobillo y la parte inferior de la pierna. Diagnostican y tratan enfermedades y realizan operaciones quirúrgicas. Estas son algunas de las enfermedades en las que un podólogo puede ayudarle a recuperarse.
Estás empezando a correr con regularidad.
Los corredores son especialmente propensos a padecer dolores como el de las espinillas. Un podólogo puede evaluar tu cuerpo y tus pies para detectar posibles problemas y recomendarte estrategias para evitarlos. También puede recomendarte el mejor tipo de calzado deportivo para tu pie.
Moretón en el tobillo
La artritis es una de las enfermedades más comunes que afectan a los estadounidenses. Si las articulaciones de los pies se hinchan, enrojecen, se ponen rígidas o están sensibles con frecuencia, acuda a un podólogo. La artritis puede modificar el funcionamiento de los pies y provocar una discapacidad. Un podólogo puede sugerir tratamientos que pueden preservar la salud de las articulaciones y facilitarle el desarrollo de su jornada.
El hombre y el kit de análisis de sangre
La diabetes le hace mucho más propenso a sufrir problemas en los pies. Estos problemas pueden ir desde la sequedad de la piel hasta infecciones graves. Si tiene diabetes, debe someterse a un examen de los pies realizado por un médico o podólogo al menos una vez al año. Tener un podólogo como parte de su equipo sanitario reduce el riesgo de amputación debido a la diabetes en más de un 50%, según demuestran los estudios.
El hombre tocando el talón de Aquiles
Hay muchas causas de dolor de talón. Puede tener un crecimiento óseo en el talón conocido como espolón calcáneo. O uno de los tendones que conecta con el talón puede estar inflamado. Si tiene un dolor de talón persistente, acuda a un podólogo para que le haga un diagnóstico. El podólogo le hará un examen del pie y puede tomar radiografías. Un diagnóstico adecuado es el primer paso para desarrollar un plan de tratamiento.
Uña encarnada
Cuando una uña del pie crece dentro de la piel, la uña encarnada puede causar una infección. Las uñas encarnadas suelen afectar al dedo gordo del pie. Si una uña del pie está muy roja o sangra mucho, acude a un podólogo para que la trate. En algunos casos, el médico retirará parte de la uña. El médico recetará medicamentos si la zona está infectada.
Lesión en el pie
Los podólogos son expertos en el tratamiento de esguinces, distensiones y roturas de huesos en el pie o el tobillo. Pueden diagnosticar su lesión y sugerir un tratamiento. Un podólogo también puede crear una escayola flexible para ayudar a curar la zona. La hinchazón, la dificultad para caminar, el enrojecimiento y el aumento del dolor tras una lesión son motivos para acudir al podólogo en centro medico palamos.
Necesitas operar el pie.
La cirugía suele ser el último tratamiento que un podólogo recomienda para muchas afecciones del pie. Sin embargo, en caso de necesitarla, los podólogos realizan intervenciones quirúrgicas en el pie y el tobillo. Entre las afecciones que pueden requerir cirugía se encuentran los juanetes, las uñas encarnadas recurrentes y las fracturas óseas.
Pies de la familia
Los callos y las callosidades son algunas de las razones más comunes por las que la gente visita al podólogo. Estas zonas de piel acumulada pueden ser dolorosas si se vuelven demasiado gruesas. El podólogo puede recomendar inyecciones de cortisona para reducir el dolor. Otra opción que tiene el médico es reducir su tamaño mediante una cuchilla quirúrgica. El procedimiento no es doloroso porque la piel está muerta.
El ortopedista en el trabajo
Un bulto en la base del dedo gordo del pie se conoce como juanete. Se produce cuando el hueso o la articulación del dedo gordo se sale de su sitio. Los juanetes tienden a empeorar si no se tratan. Un podólogo puede sugerir tratamientos, como acolchado, vendaje o medicación. La cirugía también es una opción en casos graves
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